Allá por el año 1928, S. S. Van Dine publicaba en la revista American Magazine las 20 reglas de la novela policiaca. Según el autor, las novelas de este género no son más que una competencia intelectual entre el lector y el autor de la obra, y como tal, debe seguir ciertas pautas para que el juego sea limpio y ambos participen en igualdad de condiciones.

¿Qué significa esto? Que el escritor nos pondrá a nosotros y al detective a resolver un crimen, para demostrarnos que su personaje es tan astuto que lo resolverá antes que nosotros.

Reglas de la novela policiaca

Mi objetivo con este post es analizar Estudio en escarlata, de Arthur Conan Doyle, la primera novela policiaca que leí y que, lamentablemente, me desilusionó.

Enumeraremos entonces las 20 reglas de la novela policiaca y luego veremos si este libro las cumple, pero para no dejarlo como un caso aislado (es decir, suponer que quizás casi ninguna obra las cumple), lo contrastaremos con Sé lo que estás pensando, de John Verdon (puedes leer su reseña aquí), una novela policial de nuestra época que creo que funciona muy bien dentro del género, mejor que el mismísimo debut del tan aclamado Sherlock Holmes, podría apostar.

Pero primero, veamos quién es este tal S. S. Van Dine.

EL CREADOR DE LAS REGLAS

De nombre real Willard Huntington Wright, S. S. Van Dine fue un escritor estadounidense de los años 30, creador del detective Philo Vance. ¿Y por qué deberíamos seguir al pie de la letra sus reglas para escribir novelas policiacas? La verdad que no debemos, pero como reúne ciertos aspectos que los escritores de su época seguían y respetaban en los escritos de este género, podemos, al menos, contemplarlas, así como los piratas honraban el Código en Piratas del Caribe: no son normas, solo un conjunto de reglas a seguir (y así les fue).

Nos vemos en las reglas.

LAS 20 REGLAS DE LA NOVELA POLICIACA

  1. El lector y el detective deben estar en igualdad de condiciones para resolver el misterio. Es decir, las pistas se le deben presentar a ambos por igual.
  2. No puede colocarse ningún tipo de trampa que intente despistar al lector, excepto aquellas que haya puesto el culpable para engañar al detective.
  3. No debe haber ningún interés amoroso en la historia. (Esta no la terminé de entender)
  4. Ni el detective ni ninguno de los investigadores oficiales podrá ser el culpable.
  5. El culpable debe ser descubierto a través de deducciones lógicas y no por accidente, coincidencia o confesión.
  6. Sí o sí debe haber un detective, alguien que reúna las pistas que lo lleven hasta el criminal.
  7. En una novela policíaca siempre tiene que haber un cadáver; y cuanto más muerto esté, mejor. Cualquier otro crimen no es suficiente para recompensar el empeño del lector por atrapar al culpable durante trescientas páginas. (Básicamente, lo que recomienda el viejo inimputable)
  8. El crimen debe ser resuelto únicamente a través de medios naturales. Si el lector debe competir con bolas de cristales o sesiones de espiritismo, tiene el partido perdido desde el comienzo.
  9. Solo debe haber un detective. Si se pone a más de uno, se rompe ese camino lógico que se sigue hasta dar con el culpable y, además, se juega sucio contra el lector, ya que estará corriendo una carrera solo contra un equipo de relevos.
  10. El culpable debe ser un personaje más o menos importante, que sea conocido por el lector y por el cual haya desarrollado algún tipo de interés.
  11. El culpable nunca debe ser un criado, ya que sería una solución demasiado fácil. El culpable debe ser alguien importante que, normalmente, no caería bajo sospecha.
  12. Sin importar cuántos crímenes se cometan, debe haber solo un culpable. Puede haber cómplices y ayudantes, pero la indignación del lector debe estar direccionada sobre un único personaje.
  13. No están permitidas las sociedades secretas, mafias, etc., ya que la culpabilidad compartida arruinaría el asesinato y la posibilidad del asesino de encontrar refugio entre otros le quitaría crédito.
  14. El método utilizado por el asesino para cometer el crimen y el método utilizado por el detective para resolverlo deben ser racionales y científicos. No puede haber especulaciones, soluciones pseudo-científicas o elementos fantásticos que intervengan.
  15. La verdad debe estar continuamente a la vista, para que el lector pueda detectarla, de tal forma que al conocer la solución del crimen, relea el libro y descubra que estuvo siempre delante de sus ojos, de tal forma de que si hubiera sido tan inteligente como el detective, podría haberlo resuelto antes de llegar al último capítulo.
  16. Una novela policíaca no debe tener largas descripciones ni adornos literarios ni análisis de los personajes, nada que introduzca aspectos irrelevantes y entorpezca la acción, solo lo justo y necesario para hacer la novela verosímil. El propósito principal de la historia es presentar un problema, analizarlo y resolverlo.
  17. El culpable no debe ser nunca un delincuente profesional, es decir, un ladrón o un bandido, ya que este tipo de criminal es competencia de los departamentos de policía y no de un detective brillante. Además, un crimen resulta más fascinante si es cometido por un sacerdote o un caballero famoso por sus actos de caridad.
  18. El crimen nunca debe resultar en un accidente o suicidio, sería burlarse de la confianza del lector.
  19. La motivación del criminal debe ser siempre personal. Motivos de otra índole, como políticos, pertenecen a otro género de ficción.
  20. Y, como último, un listado de los recursos que son indignos de un autor de novela policíaca, que implicaría confesar ineptitud y falta de originalidad:
  • Determinar la identidad del culpable comparando la colilla dejada en el lugar del crimen con la marca que fuma uno de los sospechosos.
  • Utilizar una falsa sesión espiritista para asustar al culpable y forzarlo a confesar.
  • Huellas dactilares falsas.
  • La coartada que implica un maniquí.
  • El perro que no ladra y que evidencia que conocía al asesino.
  • La utilización de un gemelo o pariente que se parece con exactitud al sospechoso, pero que es inocente.
  • La jeringa con somníferos. (¡Vaya cosa más rara!)
  • El crimen dentro de una habitación cerrada después de que la policía ha estado en ella. (Está complicado el asunto)
  • El test de asociación de palabras para descubrir al culpable.
  • La carta en clave que es descifrada por el detective.

ANÁLISIS DE ESTUDIO EN ESCARLATA vs SÉ LO QUE ESTÁS PENSANDO

No creo que Estudio en escarlata se ajuste a estas reglas, y es por ese detalle por el que me decepcionó un poco al leerla. Cuando encaré esta novela policial de Arthur Conan Doyle, en donde hacía su primera aparición el gran Sherlock Holmes (personaje que, en mi opinión, se le queda grande a la historia), esperé encontrarme con una deducción que me volara la cabeza, que me hiciera sentir un tonto por no haber visto las pistas que estaban frente a mis ojos, pero no fue así; Estudio en escarlata hace trampa; luego del Spoiler Alert, les explicaré por qué.

Del otro lado del ring tenemos a Sé lo que estás pensando, la novela con la que debutó John Verdon, con el detective David Gurney como protagonista, una especie de Sherlock Holmes del siglo 21. Me arriesgo a decir que este libro es más fiel al género policiaco, desde el punto de vista de estas reglas. Es una novela que recomiendo y que, a diferencia de la de Arthur (en la que no tuve posibilidad de anticiparme al detective porque no existe dicha oportunidad), nos da la chance de ganarle de antemano. En resumen, juega limpio.

En la puntuación final de este combate, Estudio en escarlata cumple con 17 reglas y Sé lo que estás pensando cumple con las 20. Si quieren ver el análisis y saber la trampa que nos juega Arthur en su libro, deben tener en cuenta que encontrarán spoilers de Estudio en escarlata (no así de Sé lo que estás pensando). ¡Ah! Y el libro me gustó, ¡obvio! Me encantaron su protagonista y la historia detrás de los crímenes; pero yo esperaba leer un policial en estado puro, y en ese aspecto me decepcionó, por lo que lo recomiendo leer más como algo de misterio y aventura.


Estudio en escarlata, Arthur Conan Doyle ¡¡¡SPOILER ALERT!!!


El libro está dividido en dos partes: una en la que se investiga el caso hasta que, sin que sepamos cómo, Sherlock atrapa al culpable; y otra que narra la historia del asesino y por qué hizo lo que hizo. ¿Dónde está la trampa? Llegado al último capítulo, donde Holmes le explica a Watson cómo atrapó al criminal, descubrimos que el detective había enviado un telegrama al jefe de policía de Cleveland preguntando por detalles del matrimonio de la primera de las víctimas, recibiendo como respuesta que la víctima había pedido protección legal contra un rival amoroso: un tal Jefferson Hope que en ese momento andaba por Europa.

¡Así de simple! Holmes mandó una carta y el policía le dio el nombre del asesino, cosa que nosotros no podíamos hacer. No contábamos con esa información para el momento en el que el detective atrapa al culpable, sumado a que es un personaje que no había aparecido nunca en la historia hasta ese momento. En resumen, me pareció tramposo y una revelación poco sorprendente, una resolución del caso que se le queda chica a la astucia del personaje: Arthur mató un mosquito con una bazuca.

Vamos entonces a analizar cada punto.

1- Detective y lector en igualdad de condiciones

Estudio en escarlata: No la cumple. El detective tiene la posibilidad de enviar una carta a USA para que le den nombre y apellido del asesino, nosotros no.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

2- No deben haber trampas que despisten al lector

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

3- No debe haber ningún interés amoroso

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

4- Ningún investigador puede ser el culpable

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

Bonus: sé de un libro de Gastón Leroux (que está bueno) que no la cumple.

5- La solución debe conseguirse por una deducción lógica

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

6- Debe haber un detective

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

7- Debe haber un cadáver

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

8- La solución debe conseguirse solo a través de medios naturales

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

9- Solo debe haber un detective

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

10- El culpable debe ser un personaje más o menos importante

Estudio en escarlata: No la cumple. El culpable es desconocido; antes de ser atrapado, solo apareció disfrazado o simulando ser un borracho, pero nunca con nombre y apellido, como para que podamos sospechar de él.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

11- El culpable nunca debe ser un criado

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

12- Debe haber solo un culpable

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

Bonus: sé de un libro de Agatha Christie que no la cumple.

13- No deben haber mafias ni sociedades secretas

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

14- Los métodos utilizados para el crimen y su solución deben ser racionales

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

15- La verdad debe estar a la vista

Estudio en escarlata: No la cumple. En ningún momento hay pistas certeras que nos permitan saber quién es el asesino; en todo caso, la única pista concluyente es su pasado y el de las víctimas, dato que se nos revela luego de que ha sido atrapado.

Sé lo que estás pensando: Lo re cumple.

16- La historia no debe tener relleno

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

17- El culpable no debe ser un delincuente profesional

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

18- El crimen no puede resultar en un accidente o suicidio

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

19- La motivación del criminal debe ser personal

Estudio en escarlata: Lo re cumple.

Sé lo que estás pensando: Lo re cumple.

20- No utiliza recursos indignos

Estudio en escarlata: La cumple.

Sé lo que estás pensando: La cumple.

CONCLUSIÓN

Yendo al caso particular de Estudio en escarlata, quizás al mostrarnos la historia del asesino el autor nos da la oportunidad de reconocerlo y atraparlo antes de que Holmes nos explique cómo lo hizo, por lo que podríamos hacer esta salvedad. Sin embargo, para ese entonces ya hemos sido derrotados por el detective, sumado a que atrapar al culpable a través de un analepsis sería hacer trampa por nuestra parte (acabo de descubrir que un flashback en un libro es un analepsis).

En conclusión, si bien estas reglas son una guía a seguir para jugar limpio, a veces está bueno romperlas para evitar que el género sea repetitivo y se vuelva aburrido y predecible. Hay novelas policiales que violan algunas de ellas y que, sin embargo, no dejan de ser muy buenas historias. No olviden lo que dijo Pablo Picasso:

«Aprende las reglas como un profesional, para que puedas romperlas como un artista.»

Los invito a tomar sus novelas policiales favoritas y someterlas a la prueba para ver si cumplen con los requisitos de S. S. Van Dine para un juego limpio. Pongan la puntuación en los comentarios, pero recuerden hacerlo sin spoilers ;).

¡Hasta el próximo post!


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