Toda la vida normal, consciente o no, se resiente a la dominación. Si la dominación es por un inferior, o por un supuesto inferior, el resentimiento se vuelve más fuerte.

Isaac Asimov

Un 2 de enero de 1920, nacía Isaac Asimov, un ruso criado en Brooklyn que terminaría siendo considerado uno de los tres grandes escritores de ciencia ficción de su época, junto con Robert A. Heinlein y Arthur C. Clarke. En este post, a través de una amalgama de curiosidades sobre su vida y su obra, y de algunas de sus frases más célebres, intentaré brindarle homenaje.

NO CREÍA EN DIOS

Isaac Asimov fue racionalista y humanista. ¿Qué quiere decir esto? Por un lado, que profesaba el racionalismo, una doctrina que contempla la razón como la adquisición del conocimiento, y por otro, que creía en el humanismo, que las necesidades de la sensibilidad y de la inteligencia humana pueden satisfacerse sin tener que aceptar la existencia de Dios.

La Biblia, correctamente leída, es el argumento más potente para el ateísmo jamás concebido.

Isaac Asimov

En este aspecto, Isaac fue presidente de la Asociación Humanista Estadounidense, una organización que promulgaba el humanismo. Publicó, además, la Guía Asimov para la Biblia, donde explica la historia y las influencias políticas que tuvieron cada uno de los libros de la Biblia, y da información biográfica sobre los personajes más importantes.

Más allá de este detalle, se dice que no se oponía a las convicciones religiosas de los demás.

ERA UNA DE LAS PERSONAS MÁS INTELIGENTES DEL MUNDO

Además de ser el presidente de la Asociación Humanista Estadounidense, Isaac Asimov fue vicepresidente honorario del club Mensa, una asociación internacional que reúne a las personas cuyo cociente intelectual está dentro del 2% superior de la población general. La asociación es apolítica y aconfesional, está libre de cualquier tipo de discriminación, y tiene como objetivos identificar y promover la inteligencia en beneficio de la humanidad, impulsar la investigación sobre la naturaleza, las características y los usos de la inteligencia y proporcionar a sus socios un entorno social e intelectual estimulante.

La inteligencia es un accidente de la evolución, y no necesariamente una ventaja.

Isaac Asimov

Si son fanáticos de Los Simpson, verán que Lisa se une a la sede de esta asociación en Springfield en el capítulo Salvaron el cerebro de Lisa de la temporada 10.

ENUNCIÓ LAS 3 LEYES DE LA ROBÓTICA

Lo que más ha trascendido de su obra, en mi opinión, son las 3 leyes de la robótica, una especie de guía moral que se programa en los robots para resguardar la seguridad de la humanidad y evitar que ocurra lo mismo que con el Dr. Frankeinstein: que la creación se rebele contra su creador.

Parte de la inhumanidad de la computadora es que, una vez que está programada de forma correcta y funciona sin problemas, es completamente honesta.

Isaac Asimov

Estas leyes fueron enunciadas por el buen Asimov y estuvieron presentes en gran parte de sus relatos, donde también se deja en claro que no es posible restringir el comportamiento de los robots con un conjunto de reglas. El problema se presenta en si un robot es capaz de interpretar correctamente cada situación en la que deba aplicarlas: «¿Cuándo un humano está sufriendo daños?» y «¿Cómo se puede evitar que los sufra?» son cuestiones que a una máquina le podría costar responder. ¿Un lavarropas nos hace daño cuando mezclamos ropa blanca y de color y lava sin avisarnos? Yo diría que sí; pero como no soy ningún erudito del tema, los invito a leer «Yo, Robot», una colección de relatos relacionados entre sí que plantea algunas paradojas que pueden presentarse a pesar de que las leyes se cumplan.

A continuación, les dejo las leyes:

  1. Primera ley: Un robot no hará daño a un ser humano ni, por inacción, permitirá que un ser humano sufra daño.
  2. Segunda ley: Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
  3. Tercera ley: Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.

NO ESCRIBÍA ÚNICAMENTE CIENCIA FICCIÓN

Se estima que Isaac escribió unos 429 libros, y aunque lo conozcamos por sus novelas de robots con un estilo policíaco, tema predominante al principio de su carrera (cabe destacar que su trilogía Fundación, Fundación e imperio y Segunda Fundación recibió el Premio Hugo a la mejor serie de ciencia ficción de todos los tiempos), sus obras trascienden las fronteras del género.

Escribo por la misma razón por la que respiro, porque si no lo hiciera, moriría.

Isaac Asimov

Dentro de la ficción (donde solía tocar temas como el paternalismo la opresión social y el pensamiento racional), Asimov también escribió novelas de misterio y poemas humorísticos, entre otras cosas. Según el autor, el elemento más esencial del humor es un cambio súbito de punto de vista que de repente mueve el foco desde lo importante a lo trivial, o desde lo sublime a lo ridículo.

Fuera de la ficción, escribió ensayos sobre convenciones sociales de su época, escribió el libro La ira de la Tierra sobre el calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono, y fue divulgador científico (escribía un ensayo científico mensual en la revista Fantasy and Science Fiction y publicó el libro El Universo en el que habla del universo a través de la descripción de hechos astronómicos y físicos). Justamente por este último tema logró convertirse en escritor a tiempo completo, gracias a su libro La Guía de la Ciencia para el Hombre Inteligente.

TENÍA CLAUSTROFILIA

Isaac poseía lo opuesto a la claustrofobia: el deseo de permanecer en espacios pequeños con todo cerrado. También llegó a creer que padecía acrofobia, miedo a las alturas, ya que le tenía terror a volar.

LA CAUSA DE SU MUERTE SE MANTUVO EN SECRETO

Asimov murió en 1992, por una insuficiencia cardiaca y renal, según informó su hermano; pero en 2002, Janet y Robin Asimov (su viuda y su hijo), revelaron la verdadera causa.

La vida es agradable. La muerte es pacífica. Es la transición lo que es problemático.

Isaac Asimov

Isaac ya sufría de problemas cardiacos unos 15 años antes de su muerte. En 1983, se sometió a una cirugía cardiovascular durante la cual se efectuó una transfusión de sangre que resultó estar contaminada. Cuando descubrieron que estaba infectado, los médicos insistieron con mantenerlo en secreto debido al prejuicio que se tenía contra los que portaban esa enfermedad. Luego de que la mayoría de los médicos que atendieron al escritor fallecieran, y poco antes de que la biografía del mismo (redactada por Janet a partir de 3 tomos autobiográficos) fuera publicada, el mundo supo que Asimov había muerto por HIV.

SUS OBRAS HAN TENIDO UNA GRAN INFLUENCIA

Si bien sus obras han sido adaptadas al cine, como El hombre bicentenario con Robin Williams o Yo, Robot con Will Smith (donde se toman las tres leyes y uno de sus cuentos como base para el guión y no el libro homónimo), su legado ha llegado más allá.

Por un lado, el Diccionario de inglés de Oxford indica que él fue quien introdujo al inglés las palabras positrónico, psicohistoria y robótica, aunque solo ésta última se usa en el sentido dado por el autor.

Por otro lado, sus 3 leyes de la robótica han sido utilizada en otras obras y han sido referenciadas fuera de la ficción, como en eventos sobre robótica o en una «Carta de ética robótica» de Corea del Sur. A continuación les dejo las leyes que David Langford, un escritor y crítico literario de ciencia ficción británico, redactó con ironía:

  1. Un robot no dañará al personal gubernamental autorizado, pero eliminará a los intrusos con un perjuicio extremo.
  2. Un robot obedecerá las órdenes del personal autorizado, excepto cuando dichas órdenes entren en conflicto con la Tercera Ley.
  3. Un robot protegerá su propia existencia con armamento antipersonal letal, porque un robot es muy caro.

Por último, cabe destacar que Asimov fue un asesor científico en la serie Star Trek

PREDIJO EL APRENDIZAJE ONLINE

En 1988, durante una entrevista con Bill Moyers, Asimov propuso un futuro en el que la gente utilizaría computadoras para buscar información de su interés, hecho que ayudaría a difundir el conocimiento alrededor del mundo y que fomentaría la libertad de aprendizaje.

El aspecto más triste de la vida en este preciso momento es que la ciencia reúne el conocimiento más rápido de lo que la sociedad reúne la sabiduría.

Isaac Asimov

SE NOMBRÓ A UN ASTEROIDE EN SU HONOR

Sí, en un principio el asteroide se llamaba «1981 EX19», pero en 1996 fue renombrado «Asimov», en honor al escritor ruso.

Y eso ha sido todo por hoy. Espero que les haya gustado el homenaje y los invito a comentar alguna curiosidad que se me haya pasado o a darme algún ejemplo cotidiano y divertido en el que las 3 leyes de la robótica podrían fallar.

Tal vez la felicidad es esta: no sentir que deberías estar en otro lado, hacer otra cosa, ser alguien más.

Isaac Asimov

¡Hasta el próximo post!


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